Todos amamos comer, y mucho más si se trata de comida rica, pero hay algo que muchos debemos buscar junto con el alimento, la comida saludable. Las carnes comprenden un amplio repertorio de variedades, y son grandes aportadoras de proteínas, pero hay unas de ellas que no solo son buenas y ricas, sino bajas en grasa. Esas son las carnes blancas.
En este apartado estaremos hablando sobre ellas, y qué deberías saber sobre cada una de estas para así poder incluirlas a tu dieta.
El secreto de las carnes blancas
Como mencionamos arriba, las carnes blancas cuentan con un poderosísimo secreto, a diferencia de las carnes rojas. Son una fuente de energía natural y cuentan con un valor de proteínas más alto, todo, sin el contenido de lípidos que fomentan las rojas.
Aún con todo eso, lo que realmente aman las personas acerca de las carnes blancas es que cuentan con una presencia de grasa muy baja, y que además la convierte en una opción principal a la hora de tener una dieta saludable. Se puede destacar que, las carnes blancas son de las que más se mandan a comer cuando se quiere perder de peso sin perder tono muscular.
Pero eso no es todo, las carnes blancas cuentan con muchos beneficios para nuestra salud:
- Cuentan con un alto contenido de proteína y aminoácidos esenciales, además de que es casi nula la presencia de hidratos de carbono.
- Proporciona al cuerpo minerales esenciales como el sodio, el hierro, el zinc y el fósforo.
- Tiene un alto porcentaje de aporte vitamínico, especialmente el grupo de vitaminas B.
- Cuenta con menos colesterol que las demás carnes, lo que resulta ideal para personas con índices muy altos de colesterol o que sufren de hipertensión, o de problemas cardíacos.
¿Cuáles son las carnes blancas y sus beneficios?
Aunque todas las carnes que vamos a mencionar son buenas y saludables, cada una de ellas cuenta con características distintas, y pueden variar dependiendo de lo que se quiera trabajar en cuestión. Es bueno destacar que los nutricionistas recomiendan comer estas carnes con una frecuencia de 3 a 4 raciones por semana.
Pollo
Es una de las carnes blancas más consumidas del mundo, no solo porque aporta al cuerpo una gran cantidad de valores vitamínicos y proteicos, sino por su precio económico. El mismo en una comida muy versátil en la cocina, y deja la posibilidad de quitar la piel, que es la que tiene el mayor índice de grasa en toda la carne.
La zona más magra del pollo es sin duda la pechuga, es decir, que cuenta con la menor cantidad de lípidos, que estamos buscando evitar. Si ingerimos en las comidas por lo menos 100 gramos de carne de pollo, estaríamos obteniendo de 110 a 116 kilocalorías, por lo que conseguiremos, con cada 20 gramos de proteína, entre 2 y 6 gramos de los minerales necesarios que cuentan con el zinc, hierro y sodio que buscamos.
Pavo
El pavo es otra de las carnes blancas más saludables de todas las que hay, por lo que su consumo se ha incrementado en las últimas décadas.
Este alimento cuenta con un aporte calórico muy bajo, siendo de los más bajos de todas las carnes, por lo que, al igual que su contraparte mencionada, puede superar el contenido proteico que brinda, de 20 gramos a los 100 gramos. Por otro lado, la grasa en ella es circunstancial, de entre los 2 a 3 gramos.
Cerdo
A pesar de que la carne de cerdo cuenta con mala reputación,es un alimento que cuenta con una parte carne magra, que puede agregarse sencillamente al grupo de carnes blancas, y esta zona es la del lomo del animal. El contenido graso de esta área va de los 6 a 7 gramos, pero nos reporta un aporte proteico que supera los 22 gramos.
Otro de los puntos con los que cuenta esta carne, es la presencia del hierro, fósforo, el manganeso, y vitaminas del grupo B, pero especialmente la vitamina B1.
Conejo
Otro alimento que pasa desapercibido, pero no debería por su gran valor nutricional, es la carne de conejo. Este alimento sabroso, llega a los hogares como una respuesta ideal para la fácil digestión, La misma es una carne magra con muy poca grasa, siendo solo de 3 gramos, y contando con un alto valor proteico.
Generalmente, se agrega en las dietas de adelgazamiento, y también para personas con problemas de colesterol alto en la sangre, y algunos casos de hipertensión debido a que tiene un contenido de sodio bajo.
Cordero
Otra de las carnes blancas que forman parte de nuestro listado es la de cordero, pero en su estado lechal, lo que quiere decir que tiene entre 1 a 2 meses. Esta carne cuenta con un color blanquecino debido a que se basa enteramente de leche para la alimentación animal, contando con un aporte de grasas medio.
Al comer unos 100 gramos de esta carne se conseguirán una ingesta de 105 calorías, pero con un aporte proteico de 20 gramos. Es una carne que cuenta con una textura jugosa, rica en nutrientes y muy variada en los platos de cocina, además que no se puede negar la composición mineral y vitamínica con la que cuenta. Claro, se recomienda evitar la ingesta de esta comida con mucha frecuencia para personas con índices altos de colesterol u obesidad.
Diferencias entre las carnes rojas y las blancas
- Las carnes rojas cuentan con más mioglobina que es el pigmento de hierro que le da ese toque rojo característico, a diferencia de la carne blanca.
- La carne roja también cuenta con aportes calóricos mucho más altos que los que nos brindan las carnes blancas, tal como vimos en el listado mencionado.
- El contenido de la grasa que aportan las carnes blancas es muy bajo, y varía dependiendo de cuál de ellas vas comer y como se cocina. Por otra parte, la carne roja tiene grasa intramuscular, lo que quiere decir que tiene mucha más grasa visible que la blanca.