Si hay un tipo de carne que es menospreciada en la cocina mundial, esa tiene que ser la carne de cordero. Esto es así, porque en la gastronomía universal se suele utilizar mucho más la carne de res y el pollo que este tipo de carne tan particular. Se tiende a ignorar que la carne de cordero tiene propiedades nutricionales muy altas que podrían beneficiar muchísimo a la persona que quiere mantener una dieta balanceada y saludable.
En vista de que son poco conocidas las propiedades de la carne de cordero, vale la pena resaltarlas y así descubrir por qué este es un tipo de carne que vale la pena consumir.
Propiedades nutricionales de la carne de cordero
En aquellos países donde se tiene acostumbrado comer cordero, se puede apreciar que dicho tipo de carne se utiliza para ocasiones especiales. Esto se debe a su sabor y su manera tan tradicional de ser preparada. Aún así, este hecho no quita que no se pueda comer cordero de forma cotidiana, ya que es una carne de fácil digestión y de alto valor nutricional. Se pueden mencionar como prueba de ello las siguientes propiedades del cordero:
- La carne de cordero cuenta con un alto nivel de zinc, selenio, calcio y fósforo. Lo cual permite aumentar la densidad mineral ósea del cuerpo y así ayudar en procesos como la menopausia.
- La leucina y la isoleucina también forman parte de los nutrientes dentro de la carne de cordero. Son estos dos componentes que actúan en el control de la glucemia, razón por la cual se puede concluir que la carne de cordero puede prevenir la diabetes.
- Se pueden encontrar altas cantidades de vitamina B3 en esta clase de carne animal. Esta vitamina puede ayudar a reducir la fatiga y el cansancio en términos generales. ¡Esto hace que la carne de cordero sea ideal para adultos mayores!
- Posee vitamina B6 y B12, estas vitaminas contribuyen al funcionamiento ordinario del sistema inmunológico y a la formación correcta de glóbulos rojos.
- La carne de cordero también cuenta con potasio. Un mineral que alimenta y nutre al sistema nervioso para mantenerlo lo más sano posible.
- El fósforo también es otro mineral que se encuentra presente en la carne de cordero. Hace que este tipo de carne en particular tenga la facultad de mantener huesos y dientes totalmente sanos y fuertes.
- Para la protección de las células y el mantenimiento de las uñas y el cabello, la carne de cordero también dispone de propiedades bastante benéficas. Estas derivan del zinc y selenio ya mencionados que se encuentran dentro de la carne.
Una de las propiedades de la carne de cordero que muy poca gente conoce es que la misma es fuente de ácidos grasos naturales. Estos no tienen un efecto perjudicial sobre la salud a diferencia de las grasas procesadas. Por supuesto, dicho porcentaje graso varía mucho dependiendo de ciertas características propias de la carne de cordero como:
- La edad que tuviese el cordero. Los más jóvenes tienen menos grasa en su carne.
- El sexo del cordero. Las hembras son las que suelen tener más porcentaje graso en su carne que el macho.
- La alimentación del cordero. Afecta de diferente manera dependiendo de qué es lo que coma el cordero previo a su sacrificio.
Por qué incluir en tu dieta a la carne de cordero
Con las propiedades ya mencionadas, se puede entender por qué conviene incluir la carne de cordero en tu dieta cotidiana. Aunque se puede ampliar mucho más este tema al mencionar más razones de peso por las cuales deberías ingerir esta clase de carne:
- La carne de cordero puede ayudar en la protección contra el Alzheimer.
- Este tipo de carne también cuenta con un alto nivel de hierro que fortalece todo el organismo.
- Puedes encontrar un promedio de 16 a 29 gramos de proteínas por cada 100 gramos de carne, lo cual hace de esta carne una realmente proteica y beneficiosa para el cuerpo humano.
- Gracias al punto anterior, es posible utilizar la carne de cordero para adelgazar y para complementar con deportes. Más considerando que la carne de cordero favorece la síntesis de proteínas musculares.
- El cordero puede ayudarte a mejorar el sueño y tu estado de ánimo. Gracias principalmente a que esta clase de carne contiene triptófano, un aminoácido que se convierte en serotonina dentro del organismo. ¡La serotonina es la conocida “hormona de la felicidad”!
Por supuesto, la ingesta de carne de cordero debe hacerse bajo un estricto régimen alimenticio.
Cómo incluirla carne en tu dieta
Si no estás acostumbrado al consumo cotidiano de carne de cordero, lo más recomendable es que introduzcas este alimento al menos una vez a la semana. De esta manera, puedes propiciar a tu cuerpo a que se acostumbre a este tipo de carne tan particular, procurando que el corte a preparar sea lo más magro posible.
Hablando más en aras de la preparación de la carne del cordero, se puede recomendar que, de preparar un guiso sencillo con la misma, se acompañe con un poco de vino blanco para que se ablande. También puedes frotarlo en limón para quitarle ese sabor fuerte que puede llegar a incluir el cordero por su propia cuenta.
Finalmente, como última consideración para incluir la carne de cordero en tu dieta, se puede mencionar que siempre complementes esta pieza de carne con alimentos verdes para un mayor contraste. Puedes variar la receta o preparación dependiendo de qué tan acostumbrado estés a esta clase de alimento. ¡Esto sería solo un inicio!
Al final del día, es recomendable que te dirijas con un nutricionista o especialista de la salud para que sea esta persona la que te diga cómo debes incluir en tu dieta la carne de cordero y sus propiedades. ¿Qué piensas al respecto?