Historia del Mercado San Fernando
El Mercado Municipal de San Fernando se encuentra en el distrito 2, en el oficial barrio de Embajadores y oficioso barrio de Lavapiés, en una zona con intensa actividad comercial debido a la proximidad de El Rastro – el mayor mercado ambulante de la ciudad.
El Rastro, que sigue siendo el mercado al aire libre más grande de Europa, difería bastante a comienzos de siglo de lo que es actualmente. Entonces era una práctica de mercado diaria, que se desarrollaba en una amplia zona en el sur de lo que entonces se conocía como Madrid, y hoy, después de décadas de crecimiento se conoce como el centro de Madrid.
En las plazas de Lavapiés y en la denominada popularmente hoy como Plaza de La Corrala, se desarrollaba, en concreto, el mercado de abastos. Productores y comerciantes proveían de alimentos en las plazas. Según archivos de la época, al mercado que se desarrollaba en la Plaza de La Corrala recibía el nombre “de San Fernando” porque se situaba delante de las escuelas del mismo nombre.
El Mercado Municipal de San Fernando se encuentra en el distrito 2, en el oficial barrio de Embajadores y oficioso barrio de Lavapiés, en una zona con intensa actividad comercial debido a la proximidad de El Rastro – el mayor mercado ambulante de la ciudad.
El Rastro, que sigue siendo el mercado al aire libre más grande de Europa, difería bastante a comienzos de siglo de lo que es actualmente. Entonces era una práctica de mercado diaria, que se desarrollaba en una amplia zona en el sur de lo que entonces se conocía como Madrid, y hoy, después de décadas de crecimiento se conoce como el centro de Madrid.
En las plazas de Lavapiés y en la denominada popularmente hoy como Plaza de La Corrala, se desarrollaba, en concreto, el mercado de abastos. Productores y comerciantes proveían de alimentos en las plazas. Según archivos de la época, al mercado que se desarrollaba en la Plaza de La Corrala recibía el nombre “de San Fernando” porque se situaba delante de las escuelas del mismo nombre.
Años 30
En tiempo del Ayuntamiento de la República se desarrolló el Plan General de Mercados, que suponía tanto una respuesta a la corriente higienista francesa, que orientaba al comercio de alimentos en interiores, como a una visión urbana y territorial que garantizara a la población el acceso a alimentos de calidad.
Este plan contemplaba la consideración de estructuras centrales: Mercado de Frutas y Verduras y Matadero en Legazpi, Mercado de Pescados en Puerta de Toledo y los mercados de leches y matadero de aves, que finalmente no se construyeron. Posteriormente, se impulsó un plan de construcción de mercados en barrios, de los cuales pocos se construyeron antes de la Guerra Civil.
Finalizada la Guerra Civil se empezaron a acometer las obras de edificación de un mercado municipal en el barrio, que contemplará los requerimientos higienistas de la época. Sustituyendo así el mercado al aire libre que tenía lugar en la actual Plaza de La Corrala.
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Años 30
En tiempo del Ayuntamiento de la República se desarrolló el Plan General de Mercados, que suponía tanto una respuesta a la corriente higienista francesa, que orientaba al comercio de alimentos en interiores, como a una visión urbana y territorial que garantizara a la población el acceso a alimentos de calidad.
Este plan contemplaba la consideración de estructuras centrales: Mercado de Frutas y Verduras y Matadero en Legazpi, Mercado de Pescados en Puerta de Toledo y los mercados de leches y matadero de aves, que finalmente no se construyeron. Posteriormente, se impulsó un plan de construcción de mercados en barrios, de los cuales pocos se construyeron antes de la Guerra Civil.
Finalizada la Guerra Civil se empezaron a acometer las obras de edificación de un mercado municipal en el barrio, que contemplará los requerimientos higienistas de la época. Sustituyendo así el mercado al aire libre que tenía lugar en la actual Plaza de La Corrala.
De los años
40 a los 80:
En el año 1944 se inaugura el Mercado de San Fernando. Diseñado por el arquitecto Casto Fernández-Shaw, el edificio muestra cierta monumentalidad en su fachada exterior, que recuerda la arquitectura palaciega y representativa de los Austrias, tan en boga durante el régimen franquista. Su interior, se articula con una estructura moderna mediante seis bóvedas rebajadas y longitudinales que permiten la correcta iluminación y ventilación del espacio, pasillos trazados como si de calles se tratara y una plaza en el centro del Mercado.
El Mercado, en su nuevo edificio, comenzó su andadura en 1944. La forma de financiar la construcción de los mercados en los años 40 y 50 consistía en una concesión administrativa a una empresa privada. En el caso del Mercado de San Fernando, la construcción y gestión del mercado recayó en la recién constituida Inmobiliaria de Mejoras Urbanas S.A. (IMUSA).
El Mercado en ese periodo (1944-1980) abarcaba dos plantas de puestos y bancadas, planta inferior de almacenes, con muelle de carga, y torreones con espacios de administración. Las bancadas, extendidas en hileras ordenadas en la parte central del mercado, eran pequeños espacios, en los que habitualmente se distribuía un solo producto. La persona que vendía ese producto se situaba de pie en el pasillo, entre el género y el público. Los puestos, ordenados en los bordes de las plantas, respondían a un tipo comercial emergente, denominado entonces cualificado, origen de lo que actualmente conocemos como puestos de mercado, en los que innovaciones como la refrigeración con cámaras configuraron nuevas formas de conservación y comercio.
En el Archivo de la Villa se encuentras sucesivas versiones del proyecto, en las que se aprecia tanto la reducción del edificio, ya no calculado en función de la necesidad del barrio, sino de la parcela resultante de respetar la ruina de la iglesia (actual biblioteca de la UNED) y mantener espacio vacante en la manzana. La concepción funcionalista se mantuvo en parte en el sistema de ventilación original (hoy condenado) y en una distribución interior en la que destaca lo generoso del espacio público y la adaptación al tipo de comercio. Donde más evidente se hace la transformación del proyecto es su imagen exterior, que puede considerarse uno de los primeros ejemplos de un estilo “historicista” inventado que el régimen franquista impuso a los edificios públicos de nueva construcción.
Últimas décadas
- Entre 1998 y 1999 se acometió una rehabilitación exterior e interior, manteniendo su fisonomía original, con puestos en ambas plantas.
- En el 2005 se planteó un proceso de modernización que no llegó a ejecutarse por problemas de financiación.
- En el 2007 se instaló en la segunda planta el Centro de Atención Primaria de Lavapiés.
- A partir de 2008 tuvieron lugar varias tentativas de implantación de supermercados por parte de grandes empresas de distribución de alimentos sin éxito.
- En 2010 los comerciantes del Mercado de San Fernando decidieron publicitar el coste real de la concesión de los puestos y abrirlos a las diversas iniciativas de gente del barrio. A principios de 2013, todos los puestos de este Mercado se encontraban ya con plena actividad. Los comerciantes comparten la gestión del mercado en igualdad de condiciones formando parte de la Asociación de Comerciantes del Mercado de San Fernando.
- En octubre de 2014, el Mercado inició las obras de acondicionamiento y adecuación a normativa vigente.
Últimas décadas
- Entre 1998 y 1999 se acometió una rehabilitación exterior e interior, manteniendo su fisonomía original, con puestos en ambas plantas.
- En el 2005 se planteó un proceso de modernización que no llegó a ejecutarse por problemas de financiación.
- En el 2007 se instaló en la segunda planta el Centro de Atención Primaria de Lavapiés.
- A partir de 2008 tuvieron lugar varias tentativas de implantación de supermercados por parte de grandes empresas de distribución de alimentos sin éxito.
- En 2010 los comerciantes del Mercado de San Fernando decidieron publicitar el coste real de la concesión de los puestos y abrirlos a las diversas iniciativas de gente del barrio. A principios de 2013, todos los puestos de este Mercado se encontraban ya con plena actividad. Los comerciantes comparten la gestión del mercado en igualdad de condiciones formando parte de la Asociación de Comerciantes del Mercado de San Fernando.
- En octubre de 2014, el Mercado inició las obras de acondicionamiento y adecuación a normativa vigente.
HISTORIA
El Mercado Municipal de San Fernando se encuentra en el distrito 2, en el oficial barrio de Embajadores y oficioso barrio de Lavapiés, en una zona con intensa actividad comercial debido a la proximidad de El Rastro – el mayor mercado ambulante de la ciudad.
El Rastro, que sigue siendo el mercado al aire libre más grande de Europa, difería bastante a comienzos de siglo de lo que es actualmente. Entonces era una práctica de mercado diaria, que se desarrollaba en una amplia zona en el sur de lo que entonces se conocía como Madrid, y hoy, después de décadas de crecimiento se conoce como el centro de Madrid.
En las plazas de Lavapiés y en la denominada popularmente hoy como Plaza de La Corrala, se desarrollaba, en concreto, el mercado de abastos. Productores y comerciantes proveían de alimentos en las plazas. Según archivos de la época, al mercado que se desarrollaba en la Plaza de La Corrala recibía el nombre “de San Fernando” porque se situaba delante de las escuelas del mismo nombre.
En tiempo del Ayuntamiento de la República se desarrolló el Plan General de Mercados, que suponía tanto una respuesta a la corriente higienista francesa, que orientaba al comercio de alimentos en interiores, como a una visión urbana y territorial que garantizara a la población el acceso a alimentos de calidad.
Este plan contemplaba la consideración de estructuras centrales: Mercado de Frutas y Verduras y Matadero en Legazpi, Mercado de Pescados en Puerta de Toledo y los mercados de leches y matadero de aves, que finalmente no se construyeron. Posteriormente, se impulsó un plan de construcción de mercados en barrios, de los cuales pocos se construyeron antes de la Guerra Civil.
Finalizada la Guerra Civil se empezaron a acometer las obras de edificación de un mercado municipal en el barrio, que contemplará los requerimientos higienistas de la época. Sustituyendo así el mercado al aire libre que tenía lugar en la actual Plaza de La Corrala.
En el año 1944 se inaugura el Mercado de San Fernando. Diseñado por el arquitecto Casto Fernández-Shaw, el edificio muestra cierta monumentalidad en su fachada exterior, que recuerda la arquitectura palaciega y representativa de los Austrias, tan en boga durante el régimen franquista. Su interior, se articula con una estructura moderna mediante seis bóvedas rebajadas y longitudinales que permiten la correcta iluminación y ventilación del espacio, pasillos trazados como si de calles se tratara y una plaza en el centro del Mercado.
El Mercado, en su nuevo edificio, comenzó su andadura en 1944. La forma de financiar la construcción de los mercados en los años 40 y 50 consistía en una concesión administrativa a una empresa privada. En el caso del Mercado de San Fernando, la construcción y gestión del mercado recayó en la recién constituida Inmobiliaria de Mejoras Urbanas S.A. (IMUSA).
El Mercado en ese periodo (1944-1980) abarcaba dos plantas de puestos y bancadas, planta inferior de almacenes, con muelle de carga, y torreones con espacios de administración. Las bancadas, extendidas en hileras ordenadas en la parte central del mercado, eran pequeños espacios, en los que habitualmente se distribuía un solo producto. La persona que vendía ese producto se situaba de pie en el pasillo, entre el género y el público. Los puestos, ordenados en los bordes de las plantas, respondían a un tipo comercial emergente, denominado entonces cualificado, origen de lo que actualmente conocemos como puestos de mercado, en los que innovaciones como la refrigeración con cámaras configuraron nuevas formas de conservación y comercio.
En el Archivo de la Villa se encuentras sucesivas versiones del proyecto, en las que se aprecia tanto la reducción del edificio, ya no calculado en función de la necesidad del barrio, sino de la parcela resultante de respetar la ruina de la iglesia (actual biblioteca de la UNED) y mantener espacio vacante en la manzana. La concepción funcionalista se mantuvo en parte en el sistema de ventilación original (hoy condenado) y en una distribución interior en la que destaca lo generoso del espacio público y la adaptación al tipo de comercio. Donde más evidente se hace la transformación del proyecto es su imagen exterior, que puede considerarse uno de los primeros ejemplos de un estilo “historicista” inventado que el régimen franquista impuso a los edificios públicos de nueva construcción.
A finales de los años 70, José María Herraiz, comerciante del Mercado de Guillermo de Osma, desde el convencimiento de que la forma de gestión de los mercados estaba obsoleta, impulsó la creación de asociaciones de comerciantes en los mercados de Madrid. En un principio, con el objetivo de desarrollar planes conjuntos de promoción frente a la progresiva implantación de las medianas superficies como elemento básico de provisión de alimentos. Posteriormente, estas asociaciones de comerciantes, y la federación entre ellas, impulsaron, junto con el Ayuntamiento de Madrid, un proceso por el cual la concesión administrativa de los mercados municipales pasó, de las manos de quienes los construyeron, a las asociaciones de los comerciantes que trabajaban en ellos.
En 1980 la Asociación de Comerciantes del Mercado de San Fernando consiguió la concesión administrativa del Mercado. Este vivió, esa década, un tiempo de intensa actividad y negocio, con un especial desarrollo del comercio de pescado, llegado a haber un número considerable de pescaderías entre más de cien puestos, entre los que se contaba también con numerosas fruterías, carnicerías, pollerías, casquerías, comercio textil y servicios de todo tipo. En esa compleja y funcional mezcla comercial, ya se había desplazado el formado de banca o bancada, habilitando los espacios interiores para puestos, configurando la intrincada estructura de pasillos actual.
Durante cuarenta años este mercado lo gestionó la constructora que lo levantó. Van casi otros cuarenta gestionados por los comerciantes.
En las últimas décadas el Mercado sufrió una serie de transformaciones:
- Entre 1998 y 1999 se acometió una rehabilitación exterior e interior, manteniendo su fisonomía original, con puestos en ambas plantas.
- En el 2005 se planteó un proceso de modernización que no llegó a ejecutarse por problemas de financiación.
- En el 2007 se instaló en la segunda planta el Centro de Atención Primaria de Lavapiés.
- A partir de 2008 tuvieron lugar varias tentativas de implantación de supermercados por parte de grandes empresas de distribución de alimentos sin éxito.
- En 2010 los comerciantes del Mercado de San Fernando decidieron publicitar el coste real de la concesión de los puestos y abrirlos a las diversas iniciativas de gente del barrio. A principios de 2013, todos los puestos de este Mercado se encontraban ya con plena actividad. Los comerciantes comparten la gestión del mercado en igualdad de condiciones formando parte de la Asociación de Comerciantes del Mercado de San Fernando.
- En octubre de 2014, el Mercado inició las obras de acondicionamiento y adecuación a normativa vigente.