Felipe llegó al San Fernando hace un porrón de años, en 1970. Empezó con una panadería-bollería que más tarde, en 1982, convirtió en El Colmado de Lavapiés. Jamones, quesos, embutidos de todo tipo, conservas y de todo lo que puedas imaginar empezaron a campar a sus anchas en sus estanterías… Con el tiempo, amplió su puesto con El Colmado Gourmet, donde se pueden comer sus platos y probar todos sus productos. Su hijo Mario y Naiara se han sumado al equipo del Colmado y se ponen manos a la obra para hacer empanadas, callos, cachopos y lo que haga falta (secreto: también son unos expertos cortadores de jamón del bueno ;-))